NGC 6946

Galaxia en espiral de medio tamaño a unos 22 millones de años luz de la Tierra.

NGC 4945

Galaxia en espiral situada en la constelación de Centaurus. Es muy similar a la Vía Láctea, aunque contiene un agujero negro masivo muy activo dentro de la parte blanca que se puede ver en la imagen. Está situado a 13 millones de años luz de la Tierra.

NGC 3576

Nebulosa ubicada en el Brazo de Sagitario, a unos 9.000 años luz de distancia de la Tierra.

Nebulosa Boomerang

El lugar mas frio del universo conocido. Su temperatura es de -272 grados centígrados (-458 Fahrenheit).

3C353

La 3C353 es un tipo de galaxia (radiogalaxia). Se aprecia justo en el centro de la imagen (el punto central).

viernes, 15 de mayo de 2015

ENTRA


jueves, 7 de mayo de 2015

ASTRONOMÍA CHINA

ASTRONOMÍA CHINA
Los chinos consideraban al universo como una naranja que colgaba de la estrella polar ubicando sus 284 constelaciones en 28 segmentos o casas en que dividían el universo. La antigua astronomía estelar china difiere mucho de la babilónica y de la occidental. El ecuador celeste se dividía en 28 «casas» y el número de constelaciones ascendía al final a 284.
Al igual que en Babilonia, el antiguo calendario chino de principios del siglo II a. C. es un año lunisolar, con ciclos bisiestos de 19 años. La obra "Calendario de tres ciclos", aparecida hacia el principio de nuestra era y cuyo autor es Liu Hsin, describe la historia de la astronomía china desde el tercer milenio.
Los astrónomos de la corte imperial china observaron fenómenos celestes extraordinarios cuya descripción ha llegado en muchos casos hasta nuestros días. Estas crónicas son para el investigador una fuente valiosísima porque permiten comprobar la aparición de nuevas estrellas, cometas, etc. También los eclipses se controlaban de esta manera.
Por el contrario, el estudio de los planetas y de la Luna no estuvo hasta el siglo I a. C. en condiciones de proporcionar predicciones suficientemente exactas de los fenómenos celestes.
Se cuenta la historia de los desdichados astrónomos de la corte, Hsi y Ho, que fueron ejecutados por haber puesto en peligro la seguridad del mundo, al dejar de predecir un eclipse de Sol.
La concepción del Universo en la China antigua se encuentra expuesta en el "Chou pei suan ching", un tratado escrito alrededor del siglo IV a.C. Según la teoría del Kai t'ien (que significa: el cielo como cubierta), el cielo y la Tierra son planos y se encuentran separados por una distancia de 80 000 li (un li equivale aproximadamente a medio kilómetro). El Sol, cuyo diámetro es de 1.250 li, se mueve circularmente en el plano del cielo; cuando se encuentra encima de China es de día, y cuando se aleja se hace noche.
Posteriormente, se tuvo que modificar el modelo para explicar el paso del Sol por el horizonte; según la nueva versión del Kai t'ien, el cielo y la Tierra son semiesferas concéntricas, siendo el radio de la semiesfera terrestre de 60.000 Ii. El texto no explica cómo se obtuvieron las distancias mencionadas; al parecer, el modelo fue diseñado principalmente para calcular, con un poco de geometría, la latitud de un lugar a partir de la posición del Sol.
El Kai t'ien era demasiado complicado para cálculos prácticos y cayó en desuso con el paso del tiempo. Alrededor del siglo II d.C., se empezó a utilizar la esfera armilar como un modelo mecánico de la Tierra y el cielo. Al mismo tiempo surgió una nueva concepción del Universo: la teoría del hun t'ien (cielo envolvente), según la cual: "... el cielo es como un huevo de gallina, tan redondo como una bala de ballesta; la Tierra es como la yema del huevo, se encuentra sola en el centro. El cielo es grande y la Tierra pequeña."
Posteriormente, las teorías cosmogónicas en China girarán alrededor de la idea de que el Universo estaba formado por dos sustancias: el yang y el yin, asociadas al movimiento y al reposo, respectivamente. De acuerdo con la escuela neoconfucionista, representada principalmente por Chu Hsi en el siglo XII, el yang y el yin se encontraban mezclados antes de que se formara el mundo, pero fueron separados por la rotación del Universo. El yang móvil fue arrojado a la periferia y formó el cielo, mientras que el yin inerte se quedó en el centro y formó la Tierra; los elementos intermedios, como los seres vivos y los planetas, guardaron proporciones variables de yang y yin.

ASTRONOMÍA MAYA

ASTRONOMÍA MAYA

En América durante la época precolombina se desarrolló un estudio astronómico bastante extenso. Algunas observaciones Mayas son bien conocidas, como el eclipse lunar del 15 de Febrero de 3379 a.C. Tenían su propio calendario solar y conocían la periodicidad de los eclipses. Inscribieron en monumentos de piedra fórmulas para predecir eclipses solares y la salida heliaca de Venus.
Si los distintos pueblos del México antiguo llegaron hasta la fase jeroglífica, los mayas lograron la fase silábico-alfabética en su escritura. La numeración iniciada por los olmecas con base vigesimal, la perfeccionan los mayas, en los siglos III y IV a. C.
Los mayas conocieron desde el tercer milenio a. C. como mínimo un desarrollo astronómico muy polifacético. Muchas de sus observaciones han llegado hasta nuestros días (por ejemplo un eclipse lunar del 15 de febrero de 3379 a. C.) y se conocían con gran exactitud las revoluciones sinódicas de los planetas, la periodicidad de los eclipses etc. El calendario comienza en una fecha cero que posiblemente sea el 8 de junio de 8498 a. C. en nuestro cómputo del tiempo, aunque no es del todo seguro. Los mayas tenían además un año de 365 días (con 18 meses de 20 días y un mes intercalado de 5 días).
Los estudios sobre los astros que realizaron los mayas siguen sorprendiendo a los científicos. Su obsesión por el movimiento de los cuerpos celestes se basaba en la concepción cíclica de la historia, y la astronomía fue la herramienta que utilizaron para conocer la influencia de los astros sobre el mundo.
El calendario solar maya era más preciso que el que hoy utilizamos. Todas las ciudades del periodo clásico están orientadas respecto al movimiento de la bóveda celeste. Muchos edificios fueron construidos con el propósito de escenificar fenómenos celestes en la Tierra, como El Castillo de Chichén Itzá, donde se observa el descenso de Kukulkán, serpiente formada por las sombras que se crean en los vértices del edificio durante los solsticios. Las cuatro escaleras del edificio suman 365 peldaños, los días del año. En el Códice Dresde y en numerosas estelas se encuentran los cálculos de los ciclos lunar, solar, venusiano y las tablas de periodicidad de los eclipses.

Buzz Aldrin


Buzz Aldrin
Buzz Aldrin caminando sobre la Luna el 20 de julio de 1969 como parte de la misión Apollo 11. Por la NASA.

estrella Eta Carinae

Estrella Eta Carinae
La estrella Eta Carinae tomada por el Telescopio Espacial Hubble. Se pueden apreciar a la estrella Eta Carinæ y los restos de erupciones antiguas que forman la Nebulosa del Homúnculo alrededor de la estrella. Por la Nasa.


Galaxia Espiral Barrada


  Galaxia Espiral BarradaUna galaxia espiral barrada es una galaxia espiral con una banda central de estrellas brillantes que abarca de un lado a otro de la galaxia. Los brazos espirales parecen surgir del final de la "barra" mientras en las galaxias espirales parecen surgir del núcleo galáctico. Las barras son relativamente comunes: hasta dos tercios de las galaxias espirales contienen una. Dichas barras generalmente afectan tanto al movimiento de las estrellas como al delgas interestelar dentro de la galaxia espiral, y pueden afectar también a los brazos espirales. Por la NASA.     

LLUVIA DE ESTRELLAS

LLUVIA DE ESTRELLAS

Después de la luna de sangre del sábado 4, la tercera de la denominada Triada de Lunas de sangre y su misteriosa evocación de profecías apocalípticas, el mes de abril nos sigue ofreciendo fantásticos espectáculos celestes.
El primero de ellos tendrá lugar esta misma noche. Desde la medianoche de hoy (22 de abril) se podrá observar a simple vista -sin necesidad de telescopios, prismáticos o gafas especiales- una de las lluvias de estrellas más fascinantes de las existentes, la de las Líridas.
Esta lluvia de estrellas toma su nombre, como las otras muchas que hay a lo largo del año (hasta 150), de la constelación de estrellas de donde provienen los meteoros que las provocan. Así, las Líridas provienen de la constelación Lira, donde se ubica el Cometa Thatcher que es el causante de esta espectacular lluvia de estrellas, donde los meteoros caerán en número de 200 por hora.
Este sensacional espectáculo de estrellas fugaces podrá observarse a partir de la medianoche de hoy en todos los lugares del mundo, aunque tendremos mayor suerte las personas que residamos en el hemisferio norte, ya que podremos verla en su máximo apogeo con mayor nitidez.
Pero las Líridas no serán la última exhibición astronómica que podamos observar durante el mes de abril las personas amantes de tales fenómenos celestes, pues también podremos disfrutar de otra lluvia de estrellas, las llamadas Pi-Púppidas, cuya actividad máxima (meteoros por hora) tendrá lugar en la medianoche de mañana, 23 de abril. Sin embargo, esta sucesión de estrellas fugaces sólo tendrán la suerte de visualizarla las personas residentes en el hemisferio sur, para el que está reservada esta lluvia de estrellas debido a su débil tasa de meteoros (entendida como el número de meteoros que caen por hora).
Estas Pi-Púppidas se cree que proceden de los restos del Cometa Grigg-Skjellerup, cuyo radiante se encuentra ubicado en la constelación austral Puppis, que se originó tras la fragmentación en tres partes de la constelación Nave Argo, siendo la Puppis la mayor de ellas.
Así pues, habrá que cambiar el refrán español de "en abril, aguas mil", por el de "en abril, estrellas mil", y razón no nos falta, ya que en menos de 48 horas podremos observar a lo largo de todo el globo terráqueo dos espectaculares lluvias de estrellas: las Líridas, en la medianoche del 22 y hasta el alba del 23, y las Pi-Púppidas, a partir de la medianoche del 23. Durante estos días, ambas sucesiones de estrellas fugaces se encontrarán en su pico máximo, pero no dejarán de llover estrellas hasta el 28 de abril. Sólo nos queda que el tiempo acompañe y las nubes no tapen las estrellas.